Las pizarras visigodas
son un testimonio de la situación del latín en la Península Ibérica durante los
siglos VI- VII y constituyen un conjunto de inscripciones hechas sobre un
soporte pétreo –pizarra-. Asimismo, constituyen documentos de diverso género,
realizados por varios individuos en un espacio y tiempo bastante concreto. Es
preciso apuntar que estas pizarras se localizan sobre todo en el centro
peninsular; además, gracias al carácter del soporte empleado para la escritura puede
saberse que los lugares de redacción, conservación y hallazgo no son muy
diferentes, bien es cierto que estas pizarras no incluyen datos topográficos
que nos permitan averiguar su lugar de origen con exactitud.
Por tanto, hay que
tomarlas como evidencias de los usos del latín en una región que comprende,
aproximadamente, las zonas más cercanas a las provincias de Salamanca, Ávila y
Cáceres; no obstante, se producen también hallazgos ocasionales en otras
comarcas.
Respecto a la
cronología, la información es mucho mayor, debido a que varios de estos documentos
llevan anotados los reyes que gobernaban en una determinada época –de Recaredo
en adelante-.
Tipología
de las pizarras:
-Una primera tipología
se trataría de las pizarras con textos, también denominadas de tipo “Diego
Álvaro” –nombre del yacimiento que ha proporcionado la mayor cantidad de estas
inscripciones-. Estas se refieren a la vida rural en espacios locales, con un
punto de vista diferente y complementario al que aportan los textos
legislativos y conciliares.
-El segundo tipo es el
que comprende las pizarras numerales, en las que aparecen signos numéricos,
también llamadas tipo “Lerilla” por el castro homónimo situado en la localidad
salmantina de Zamarra (donde se ha descubierto gran cantidad de pizarras). Es
la tipología más común.
-El tercer y último
tipo es el de las pizarras con dibujos, que son bastante frecuentes, estas
incluyen representaciones de contenido diverso –antropomorfo, edificios
religiosos o signos aún no descifrados-.
Cabe destacar que la
mayoría de estas pizarras se encuentra en un estado de conservación bastante
malo –debido al material-. Asimismo, es preciso decir que estas tres tipologías
aparecen, normalmente, entremezcladas en una misma inscripción.
Paleografía.
Desde el punto de vista
paleográfico, el interés que suscitan las pizarras visigóticas es, sin duda,
uno de los más destacables debido a que:
-Muestran la evolución
de la escritura latina en una época de la que se conservan pocos documentos
originales en España.
-Estas inscripciones
permiten la comparación con textos coetáneos de lugares diferentes, en el
territorio que comprendió el Imperio Romano y que configuran la modelación
particular de la denominada “nueva escritura romana común” hacia las escrituras
nacionales.
- Hay una gran
originalidad en el soporte material, que apenas ha sido utilizado fuera de este
contexto.
Bibliografía.
-Díaz, Pablo C,, and
Iñaki Martín Viso. “Una Contabilidad Esquiva: Las Pizarras Numerales Visigodas
Y El Caso De El Cortinal De San Juan (Salvatierra De Tormes, España)". Edipuglia (2011).
-Díaz Y Díaz, Manuel C.
“Algunos Aspectos Lingüísticos Y Culturales De Las Pizarras Visigóticas”. Myrtia: Revista De Filología Clásica 1
(1986): 13-26.
-Fernández Nieto,
Francisco J. “La Pizarra Visigoda De Carrio Y El Horizonte Clásico De Los
Chalazophylakez”. Antigüedad Y
Cristianismo: Monografías Históricas Sobre La Antigüedad Tardía 14 (1997):
259-86.
-Millares, Carlo
Agustín. Consideraciones Sobre La
Escritura Visigótica Cursiva. León: Centro De Estudios E Investigación
San Isidoro, Archivo Histórico Diocesano, 1973.
-Velázquez, Soriano
Isabel. Las Pizarras Visigodas: Entre El
Latín Y Su Disgregación: La Lengua Hablada En Hispania, Siglos VI-VIII.
[Burgos]: Fundación Instituto Castellano Y Leonés De La Lengua, 2004.
En esta imagen puede verse un ejemplo de pizarra visigótica, ésta en concreto fue hallada en la Vega Baja (Castilla-La Mancha). Para más información, consultar el siguiente enlace: http://terraeantiqvae.com/forum/topics/hallazgo-de-la-primera-pizarra#.UsLeQ_R5OQA
El mapa expuesto refleja a la perfección las zonas en las que se concentran los hallazgos de las pizarras visigóticas. Además, está extraído del libro de Isabel Velázquez Soriano citado en la biliografía.